12/02/2018 Marvel Spot On Julián Clemente
EL SEÑOR DE LOS MUTANTES
El cuarto número de la guerra contra el Rey Sombra nos ha traído a un auténtico clásico de La Patrulla-X. Un dibujante con solera, que saltara a la fama gracias a su labor en la franquicia y que después de tanto tiempo continúa demostrando su maestría y contundencia gráfica. No es otro que nuestro querido Carlos Pacheco, que vuelve a visitar el entorno donde dejara tantas alegrías. ¿Un repasito a su trayectoria entre el homo superior? ¡Venga!
ORÍGENES La primera vez que los españoles supimos de Carlos Pacheco fue en un dibujo de un grupo de superhéroes mutantes. Se trataba de Alpha Flight, la formación canadiense creada por John Byrne y Chris Claremont, que Pacheco ilustró para un póster de la tristemente desaparecida Forum, allá por 1987. Todavía volvió a contactar con los mutantes, en esta ocasión con La Patrulla-X original, para las cubiertas de Clásicos Marvel que recuperaban la etapa de Roy Thomas y Neal Adams. De entre todas ellas, su favorita fue la de Clásicos Marvel nº 24, en la que un Zabú apenas contenido por Ka-Zar jugaba con el casco de Magneto. Hubo muchos más pósteres y cubiertas en aquella época inicial, e incluso algunos cómics, pero enseguida vino el salto al otro lado del Atlántico, vía Marvel UK, y tras una pequeña estancia en DC Comics, entraba en La Casa de las Ideas por la puerta grande.
REINADO EN CLAVE DE X En los noventa, los mejores dibujantes iban a las colecciones de La Patrulla-X y Carlos Pacheco no fue una excepción. Entre 1994 y 1998, desempeñó una frenética labor a las órdenes de los editores mutantes, que se inició con una miniserie visionaria: la excelente primera aventura en solitario de Bishop, en la que contó con un guión de JohnOstrander que enriqueció con una interpretación del protagonista que iba más allá de las viñetas. Pacheco veía a Bishop como una puesta al día personaje que interpretó John Wayne en Centauros del desierto. “Uno de mis más estúpidos hábitos es incluir referencias que sólo un par de lectores son capaces de captar, pero cuando se consigue, crea una especialísima corriente de comunicación entre creador y lector”, diría al respecto de detalles como el mencionado. A este periodo pertenece también su acercamiento al mundo de “La Era de Apocalipsis”, a través de una miniserie de dos números que le permitió ofrecer una visión extrema del resto del Universo Marvel. Tuvo, por ejemplo, el honor de ser uno de los pocos dibujantes en acercarse a la figura de Gwen Stacy después de tantos años muerta. Finalmente, habría una tercera miniserie, en esta ocasión de Los Saqueadores Estelares, en que le acompañó nada menos que Warren Ellis. Pero no todo iban a ser proyectos con fecha de finalización. El siguiente peldaño estaba en las series abiertas. Durante un tiempo, insufló nueva vida a Excalibur, una cabecera que había dejado muy atrás sus mejores días y que tuvo la ocasión de modernizar. Y finalmente, en 1997 dio el salto a X-Men, primero junto a Scott Lobdell y enseguida en compañía de Joe Kelly. Con ambos autores dejó momentos memorables, desde un viaje al pasado en común de Xavier y Magneto hasta la espectacular llegada de nuevos miembros que trajeron un poco de frescura al equipo. La carrera de Pacheco se expandió luego al resto del Universo Marvel, con Siempre Vengadores o su etapa en Fantastic Four, y más tarde hasta DC Comics. En años recientes, todavía volvería a ser requerido para insuflar energía a los mutantes, en concreto al Equipo Extinción de La Patrulla-X, y en la actualidad tenemos en espera una nueva intervención similar a la que acabamos de disfrutar aquí, de apenas un episodio. Será en La resurrección de Fénix, un proyecto que se publicará, en formato 100 % Marvel HC, el próximo mayo.
Fecha de lanzamiento: 01/02/2018